Chicas bonitas!! Encontré esta reflexión y me gustó mucho. Se las comparto ;)
En un cuarto de hospital había dos pacientes con enfermedades terminales. La cama de uno estaba pegada a la ventana y la del otro estaba al otro lado, de tal modo que este último no podía ver por la ventana.
Pasaban las horas platicando sobre sus vivencias, aventuras, romances, familia, amigos, etc.
Por las mañanas le aplicaban un medicamento al que estaba sentado por la ventana, por lo que requería estar sentado, en ese momento le describía a su compañero lo que pasaba al otro lado de la ventana para que el pudiera imaginarse lo que el otro le describía y olvidar por un momento su situación.
Al otro lado de la ventana se podía apreciar un bello parque, donde los niños jugaban y reían, parejas paseaban y familias enteras disfrutaban del día.
Por mucho tiempo las descripciones del paisaje de su compañero hicieron que el otro paciente la pasara bien en el hospital, era su momento favorito del día.
Una noche el paciente de la ventana falleció. Cambiaron al otro paciente de cama y con mucho esfuerzo se asomó para ver el parque que su compañero le había descrito. Su sorpresa fue al ver que la ventana estaba tapada por una pared que impedía ver hacia afuera.
El paciente confundido preguntó a la enfermera por qué su compañero se esmeraba por contarle esas bonitas historias si en realidad no podía verse nada por la ventana. La enfermera le respondió que el otro paciente era ciego, nunca supo que la ventana estaba cubierta, que solo hacía eso para alegrarle el día.
Las pequeñas acciones son las que más cuentan, no perdamos la oportunidad de hacer sentir mejor a alguien que está pasando por una situación dolorosa. Cambiemos de mentalidad y comencemos a ser menos egoístas y más considerados con quienes nos rodean.
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