viernes, 24 de agosto de 2012

"Te quiero más que la sal"

Había una vez un rey que tenía tres hijas y quiso saber cuál de las tres lo quería más. Un día le preguntó a la mayor:
 - Hija mía, ¿tú cuánto me quieres?
 -¡Ay!, padre, yo más que todas las riquezas del mundo.

Y el rey quedó satisfecho con la respuesta.

 Luego preguntó a la segunda, la hija le contestó:
 - Yo te quiero más que ¡Todos los reinos de la tierra!
 El rey quedó contento también con esta respuesta y cuando fue a preguntarle a la hija pequeña, ella le contestó:
 - Yo te quiero más que a la sal

 Esta respuesta no le gustó nada al rey, que se ofendió y expulsó a su hija del reino.  Muy insultado por la respuesta de la hija.  "¿Cómo podría quererlo más que la insignificante sal?".  Se preguntaba el rey.



La madre reina muy enojada por la acción del rey; mandó quitar de la comida del rey la sal, y así comería insípidamente, hasta que se diera cuenta de la importancia de la sal.

El rey desayunaba, comía y cenaba sus alimentos sin sal. Sentía horrible tener que comer así.  Realmente se arrepintió de lo que había hecho y reconoció la importancia de la sal en sus alimentos.  Mando traer a su hija pequeña ante su presencia, y le agradeció a la reina que le hubiese dado tal lección.

Fin.

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