viernes, 24 de agosto de 2012

María Esther y José Luis


Nuestra historia de amor comenzó en Enero del 2009…
Luis y yo asistíamos a unos cursos llamados Instituto en la iglesia a la que pertenecemos, él me caía muy mal, hablaba mucho pero algo me hacia voltear a verlo, una tarde que llegue a instituto estaba lloviendo horrible y el estaba afuera del edificio mojándose y yo estaba en la comodidad de mi auto calientita pero sentí feo que él se estuviera mojando y le dije que se subiera, platicamos de miles de cosas, en verdad ese día me flecho por completo, era una persona que le gustaba la lectura, investigaba todo, siempre tenía tema de conversación y me motivaba a superarme a saber más, el siempre tenía un libro diferente cuando lo veía , me hacía reír mucho y eso y muchas cosas más me cautivaron, desde el inicio no fue fácil ya que muchas personas estaban en contra de nuestra relación empezando por mis padres unos decían que yo era mucho para él y viceversa…hasta una de mis amigas estaba a mis espaldas poniendo a Luis en mi contra…Una tarde del 16 de abril el me cita en una plaza en cuautitlan izcalli y pues después de mucho pensarlo acepte, ese día no hicimos nada especial pero lo especial ocurrió ya que me tenía que ir…el se sentó a mi lado, me tomo de la mano y me dijo: “¿Me harías el honor de ser mi novia?”…yo en ese instante morí  ja ja ja ja….
Pues después de esas palabras que tanto deseaba escuchar ¿quien diría que no? Y pues efectivamente dije que sí y ahí comenzó nuestra aventura, lo amaba tanto, todo era diferente a mis anteriores relaciones, era tan puro, respetuoso, caballeroso, cuando llego nuestro primer beso fue tan especial, tan sincero y romántico; nunca me había sentido así, pero a pesar de nuestro amor todo ese año fue muy inestable les dimos cabida a las personas a que se metieran en nuestra relación, mis papas no me dejaban salir, en fin…hasta que la relación se estiro tanto que rompimos. 

Para diciembre de ese mismo año yo decidí dejarlo todo e irme a Monterrey, la verdad yo estaba aun muy dolida, lo amaba muchísimo y siempre en mis oraciones yo le decía a Dios: “Padre yo se que él es mi pareja eterna, sea lo que sea que tenga que pasar yo estaré dispuesta a pagar el precio, ayúdanos a estar juntos, tu sabes que nuestro amor puede ser eterno”, antes de irme a Monterrey algo me decía: “Esther …háblale”…”avísale que te vas”…y pues hice caso a la voz de mi conciencia ja ja, pues que podía perder, y  me decidí y le llame, le dije que me iba y nos quedamos de ver en el Lago de Guadalupe (nuestro lugar especial) ya que ahí nos sentábamos a planear nuestra vida juntos y sería un buen escenario, cuando lo volví a ver mi corazón brinco, mis ojos se llenaron de lagrimas, mi voz se corto, y el estaba igual, cuando le di la noticia el agacho la cabeza y dijo : “Soy un idiota si dejo que te vayas”, “Pero seria muy egoísta de mi parte pedirte que te quedes y no  darte la oportunidad de que encuentres la felicidad que buscas”, yo estaba decidida a irme y quedamos en que estaríamos en contacto por mensajitos y facebook, ese día me dio un beso, me abrazó y me dijo: “Se que volverás”. Aproximadamente me fui un mes, todo Enero del 2010, estuvimos en contacto por mensajes y por facebook, me escribía que me amaba, me extrañaba, me necesitaba, que la vida ya no era lo mismo si yo no estaba a su lado, para esto, mis familiares no sabían nada de nuestra relación a larga distancia pues ellos serian los primeros en enviarme a la Patagonia para separarme de él, una noche de mucho frío en Monterrey estaba en el balcón de mi cuarto viendo hacia el cerro Mitras, me puse a analizar mi vida; efectivamente ya había encontrado trabajo, conocí muchas personas, pero me hacía falta algo…el amor de mi vida…Luis…así que esa noche tome la decisión de regresarme a México y de luchar por ese amor….le avise por mensaje a mi amado que me regresaba y él me cito para el día siguiente en la tarde en un parque donde había un kiosco, cuando llegué al lugar de la cita, el estaba recargado en el barandal del kiosco, yo me baje del carro y camine en dirección hacia él, Luis volteo a verme y me extendió los brazos, se veía tan guapo, al verme me sonrió tan tierno, cuando llegue hasta el nos abrazamos con fuerza, me dio un beso tierno y no dejábamos de abrazarnos, en ese momento todo el pasado y futuro estaban detenidos de ese presente, ya no nos importaba el que dirán, ni mi familia, ni las personas que estaban en contra, lo único que nos importaba en ese momento era nosotros y nuestra vida juntos.

Después de ese abrazo el dijo las palabras que estuve esperando toda mi vida: “Cásate conmigo, se mi esposa por  la eternidad”, y  esas palabras dieron respuesta y paz, a todas mis oraciones, mis lagrimas, mis suspiros, sabía que Dios nos había escuchado y conspiro para que estuviéramos juntos, y ahí empezó la nueva lucha contra la adversidad, solo que ahora fue diferente por que luchamos hombro a hombro, de la mano y juntos, teníamos la mira en la eternidad y él me decía: “de la nada pero juntos”, nos uníamos en oración y en acción, ese año 2010 fue el más especial y duro en mis 27 años de vida, les dijimos a mis papas y pues ellos no estaban nada felices, ya que me casaría por una religión distinta a la de mis padres ya que yo dos años atrás me hice miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mejor conocidos como “Mormones”, y ellos son católicos, fue un año difícil, en donde nuestro amor fue probado de miles de formas, pero yo sabía (y se) que era lo correcto que lo “bueno cuesta” y que si teníamos tanta adversidad es porque él y yo haríamos cosas grandes juntos y por eso existían tantas pruebas, nos cancelo mi papa la recepción, ellos no asistieron a mi boda por la iglesia, muchos “amigos” nos dieron la espalda, pero el que siempre nos abrió el camino fue Dios, cuando una puerta se nos cerraba otra nos abría, tuvimos gracias a mi obispo una pequeña fiesta, pero a mí eso ya no me importaba, lo que yo quería era estar con el amor de mi vida, y bueno después de tanta prueba llego el esperado día 11 de Diciembre del 2010, en el cual nos sellamos en el templo de la ciudad de México, a partir de ese momento fuimos solo él y yo, fue el día mas especial y bello de mi vida y que hasta el día de hoy lo recuerdo con alegría, valió la pena tanto dolor, tantas lagrimas, tantos enojos, tanta prueba porque mi esposo y yo estamos juntos por la eternidad, estamos comenzando a formar una vida y si, somos especiales juntos, puedo decir que somos de esas parejas que juntos pueden comerse al mundo, nuestra canción fue Endless Love, porque eso es lo que tenemos, aunque ya casi cumplimos 2 años de estar casados, las pruebas siguen pero ahora tengo a mi caballero a mi lado que saca su espada y me rescata de la torre cada vez que es necesario…siguen las pruebas pero de su mano todo es diferente, lo amo!. Por último comparo  nuestro amor con un viñedo: “Cuando la vid crece, los vinicultores la estresan a propósito privándolas de agua y sobre exponiéndolas al sol, eso acaba con las débiles y solo las mejores y las más fuertes sobreviven y esas son las uvas que hacen el mejor vino, el más grande amor supera las condiciones más duras y sobrevivir a esa turbulencia es lo que fortalece a un matrimonio”.

Estos somos nosotros…. María Esther  y José Luis 

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